Adriana Ángel, mamá de tres hombres que me transforman y me trastornan a diario, esposa de uno que me reinventa, amada y amante de la vida. Mi trabajo me redefine.
Si hay algo que tengo claro es que no quiero pasarles mis culpas y miedos a mis hijos, tampoco que ellos vivan con la sensación de que me deben algo. La decisión de ser mamá fue mía y asumo todo lo que ello implica. Entonces no es un sacrificio y tampoco soy una mártir por eso.
Mi cédula dice que mi estatura es 1.65 y aunque sé que es mentira, siempre que me preguntan afirmo con confianza que es 1.65. Al fin de cuentas así reza en un documento oficial, en mi documento oficial. Mi mamá dice que siempre he sido muy "malacarosa", lo que quiere decir, según ella, que cuando… Sigue leyendo Viviendo a destiempo
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