Nairo, Nairo, Nairo!

Este fin semana participé, o bueno acompañé a mis hijos a varias actividades, una de ellas fue el cierre de la Semana Cultural, un evento en el que se condensa todo lo que han aprendido a lo largo del semestre, con el énfasis del programa pedagógico que tienen este año «Yo también puedo ser un Superhéroe».

Cada curso del jardín, adoptó una temática, a nosotros específicamente nos correspondieron «Los guardianes del Universo» y «Los Superhéroes» entonces, en este día nos mostraron lo que han hecho en torno a este lindo proceso.

Cuando nos contaron de qué iba la cosa, la verdad no nos llegamos a imaginar la importancia de esto que parece ser superficial y por demás irreal y que forma parte de la vida de los niños, sus «Superhéroes». Cómo son? de qué están hechos? Para qué o para quién trabajan? Cómo viven? Qué valores o atributos tienen? y lo más importante ¿cómo puedo yo ser un superhéroe de verdad?

Todas estas preguntas les fueron planteadas a los niños, y en este acto final nos contaron las respuestas, pero no solo eso, cada curso adoptó una región de nuestro país, y encontraron esos superhéroes colombianos, se vistieron como ellos, y nos mostraron cada una de sus aptitudes, logros y el camino que han recorrido para llegar a la cima.

Sorprendidos los papás, vimos como desfilaba por el escenario, «Carmentea» la famosa protagonista de uno de los himnos llaneros más famosos, o «Kapax», el personaje más reconocido del Amazonas colombiano, también pasó Mariana Pajón, el Pibe Valderrama, y uno de los más aplaudidos de la mañana, Nairo Quintana.

Fue por demás emocionante, ver a los pequeños de 3, 4 y 5 años, gritar «Nairo, Nairo, Nairo», como si de verdad hubiesen visto a Iron Man o a Spiderman, de verdad para ellos es verdadero un Superhéroe colombiano.Pero esto no fue producto de una instrucción de las docentes, los niños de verdad lo admiran, por su trabajo, dedicación y triunfos, uno hasta me dijo que por su humildad, personajes como Nairo, son los que deben seguir nuestros pequeños.

Entonces, cuando le pregunté a Carlos, que era lo que más le había gustado de su presentación, me dijo que lo más chévere había sido conocer a los superhéroes de Colombia, porque no sabía que existían; es cierto que el mercado nos hace desear muchos productos gringos a través del «merchandising» que inevitablemente consumen nuestros hijos a diario, pero también es cierto que de nosotros depende, que también conozcan esos héroes de carne y hueso que nos dejan muchas alegrías, gracias a su esfuerzo, dedicación y empeño.

Mi tarea en adelante es asegurarme que en ellos continúe esa curiosidad por conocer a los héroes que nacen en Colombia todos los días, empezando por ellos mismos.